En la historia de la humanidad existen varios ejemplos de proyectos tecnológicos que transformaron nuestras sociedades. La luz eléctrica, el telégrafo, la computadora personal, Internet, los teléfonos celulares, etc. A pesar de la diversidad de estos sucesos, existen cuatro elementos que se repiten frecuentemente: Una visión de lo que se quiere lograr,¹ un punto de partida (entendimiento de cómo funcionan las cosas hoy),² una serie de capacidades (o las condiciones y recursos necesarios para hacerlo tangible),³ y un plan para lograr dichas capacidades. La TD de la salud no es diferente.

Una vez que se crea la visión del estado ideal del sistema sanitario –aquel que agregará valor a todos sus actores y al país– y se conoce el estado actual del que se parte, es necesario construir el camino y obtener las capacidades y recursos necesarios para ir de un punto al otro.

Bienvenido a casa

Un enfoque bien definido para construir el camino resulta fundamental no solo para guiar la trayectoria en sí, sino también para informar los objetivos a medida que se avanza. Para esto, el BID desarrolló una dinámica para construir la hoja de ruta de la salud digital, que, a efectos prácticos, se enmarca en una “casa digital”.⁴ Esta engloba las acciones y productos necesarios para una construcción sólida de la TD, con buenos cimientos, e integra los diferentes aspectos y perspectivas del abordaje. La casa digital está compuesta por las seis dimensiones clave discutidas anteriormente: gobernanza, personas y cultura, política y práctica de salud informadas, infraestructura, infoestructura y aplicaciones y servicos digitales del sector

Asimismo, incorpora los 8 principios para la transformación digital del sector de la salud, que abordan aspectos como la conectividad universal, la inclusión y transversalización de los derechos humanos, la cooperación en inteligencia artificial, la seguridad de la información, la interoperabilidad y sostenibilidad de los sistemas, entre otros.

La construcción de la "casa" empieza por identificar los factores críticos de éxito. Es decir, qué debe suceder y con qué debemos contar en el período intermedio para llegar al futuro deseado. Por ejemplo, si la casa incluye una cocina, esta requerirá primero las instalaciones y drenajes prontos, previo a la instalación del mobiliario. Lo mismo pasa si deseamos poder intercambiar información clínica entre los prestadores de servicios de salud. Es decir, debemos contar previamente con terminologías comunes y conectividad a Internet para lograr que la información clínica sea compartida y comprendida, no solo por los sistemas de información de salud, sino por los equipos de salud.

En la definición de estos factores críticos es fundamental, nuevamente, la participación del amplio grupo de actores y partes interesadas que creó de manera conjunta la visión del futuro de la salud para el país. Adicionalmente, es necesario entender y abordar las dependencias entre cada uno de los elementos identificados como críticos. Volviendo al ejemplo de la cocina, primero debemos poner las cañerías y conexión eléctrica, antes de poner los azulejos y el mobiliario.

Esta dinámica de construcción de la casa determinará las dependencias de las acciones, los tiempos de implementación de la TD y su puesta en marcha. Seguidamente, la dinámica requiere dividir el curso de acción en fases para iniciar el proceso de presupuestar e identificar fuentes de financiamiento para llevar adelante las diferentes tareas.

Este ejercicio permite identificar aquellas victorias que se pueden conseguir rápidamente y aquellas que deben iniciarse hoy pero que tomarán tiempo en dar frutos. El producto final debería incluir el portafolio de proyectos necesarios para la transformación digital de la salud con sus tiempos de implementación y dependencias entre ellos. Muchos de estos proyectos pueden ser externos al sector, pero el ejercicio, bien hecho, contribuye a identificar cada uno y mantener informados a los responsables de cómo su actuar afectará la entrega de servicios de salud con calidad y eficiencia.

Al elaborar la ruta de la TD, es necesario comprender que su proceso debe ser iterativo y permitir modificaciones a medida que el contexto cambie, se avance en el tiempo, se concreten metas y se cumplan objetivos.

La metáfora de la casa ayuda a ver cada elemento de la TD como un componente esencial. Al hacer este ejercicio resulta más difícil, por ejemplo, dejar de lado o minimizar aspectos relacionados con las personas, como el diseño centrado en el usuario y la gestión de cambio. También traen al frente de la discusión los procesos sanitarios para evitar que se hable de un proyecto puramente tecnológico.

En el siguiente capítulo se describirá en detalle cada una de las dimensiones de la casa, pero antes, es necesario asegurar que tengamos victorias tempranas y de sustancia en el camino.

Victorias en el camino

Las iniciativas de TD son, en ciertos aspectos, procesos continuos. Más que un camino, implica un cambio hacia la transformación constante para aprovechar los beneficios de las tecnologías actuales y futuras. Sin embargo, pueden y deben generar victorias tempranas y a lo largo del tiempo. Sí, la visión holística y el tiempo requerido para concretarla e implementarla son obligatorios, pero también es necesario y posible materializar logros y resultados de impacto a corto plazo.

En el trayecto hacia un nuevo ecosistema digital, los pasos previos pueden ser tan importantes y significativos como los productos finalizados o puestos en marcha. En Uruguay, por ejemplo, sucedió con el conectatón,⁵ una prueba de conectividad que unió a las más altas autoridades del país con hospitales, centros de salud y empresas de la industria del software, con el propósito de demostrar que, efectivamente, era posible compartir datos a través de estándares cuidando la privacidad del paciente. En Chile, en el marco de la estrategia general Hospital Digital, se llevó a cabo un importante avance con el hospital digital rural93 para resolver un problema puntual de acceso y reducir los tiempos de espera en los sectores más remotos del país, apoyando a técnicos y conectándolos con médicos de oficinas centrales de Santiago para brindar una mejor atención y resolver temas sanitarios a distancia. A su vez, Project ECHO y la aplicación Jamaica Moves muestran importantes avances concretos en la primera etapa del proyecto.⁶

a rapidez con la que desarrollan los productos dependerá de las múltiples particularidades de cada contexto. Las experiencias de muchos países de ALC, especialmente a partir de la pandemia, demostró que es posible responder con premura, generando funcionalidades clave. El reto y la responsabilidad están en generar un accionar sostenible, con base en un contexto habilitante robusto y con la posibilidad de proyección futura sin incurrir en altos costos o reformulaciones complejas. Para esto, el accionar debe estar insertado en una visión global del sistema sanitario.

El lanzamiento de la aplicación Coronavirus UY para la emergencia sanitaria en Uruguay o la credencial digital de vacunación contra COVID-19 constituyen dos ejemplos de ejecuciones rápidamente puestas a disposición de los ciudadanos, que se integraron al trabajo que los países llevaban realizando en sus hojas de ruta de TD. De esta forma, es posible aprovechar al máximo las sinergias, la infraestructura y servicios ya disponibles, para ofrecer nuevos servicios de forma oportuna y de calidad.

Toda TD conllevará hitos, espacios de comunicación y de difusión, entrega de productos subsidiarios e incluso entrega de productos sustantivos a corto, mediano y largo plazo. ¿La clave? Como dice el refrán, es necesario mantener la mirada en las estrellas (o bien, en la visión del estado futuro de la salud del país) y los pies firmes en la tierra. Asimismo, es fundamental medir y compartir el progreso y el fracaso a lo largo del camino y corregir el rumbo, según sea necesario.