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Durante los primeros meses de la pandemia del COVID-19 era habitual escuchar a las personas hablar del “regreso a la normalidad” en la pospandemia. Más adelante, cuando la gravedad de la crisis se hizo más evidente, ganó prominencia el término “nueva normalidad”. Ambos conceptos sugieren que la “vieja normalidad” estaba bien, pero no lo estaba, sobre todo para los sistemas de salud de América Latina y el Caribe, donde a pesar del progreso de las últimas décadas, muchos carecen de equidad, son ineficientes y a menudo prestan servicios de baja calidad.

Por eso, lo que hoy necesitan es una visión acerca de cómo ir más allá de la normalidad: ¿cómo pueden los países aprovechar las oportunidades generadas por esta crisis mundial para romper con las limitaciones convencionales, realizar reformas con mayor urgencia y adoptar prácticas orientadas a resultados? Para ir más allá de la normalidad, primero se deben comprender los problemas que ya eran evidentes antes de la crisis y conocer qué ha ocurrido en estos últimos dos años desafiantes.